Uno de los avances tecnológicos con más potencial de los últimos años es el llamado Internet de las Cosas. La posibilidad de conectar todo tipo de objetos a la red y crear conexiones entre ellos que optimicen nuestro tiempo es un campo que todavía se está desarrollando. La creatividad de los programadores juega un rol clave en la configuración de nuestro futuro más próximo.
Aunque aún queda mucho por inventar, el Internet de las Cosas comienza a colarse en nuestras vidas. Ya está mucho más presente en nuestro día a día, aunque es posible que ni nos lo planteemos.
Igual que hace unos pocos años éramos incapaces de predecir el papel que los smartphones jugarían, tampoco podemos prever el impacto que la conectividad entre dispositivos tendrá en nuestras vidas. ¿No sería genial contar con IoT en nuestras empresas y en nuestras vidas?
Vamos con algunos ejemplos de objetos inanimados conectados a la red que ya están presentes en nuestras rutinas:
- Los frigoríficos inteligentes, que pueden avisarte cuando se está acabando un producto (e incluso hacer la compra por ti).
- Las Smart TV, que permiten acceder a los contenidos que queramos en streaming, sin necesidad de descargarlos.
- Los ordenadores a bordo en los coches, una tecnología que ya está presente en casi todos los nuevos modelos. Vehículos que te permiten relacionarte de otra forma con tu entorno, que dejan obsoletos multitud de objetos que antes eran imprescindibles para viajar: mapas, CDs y cassettes… Ya empezamos a ver coches que además se conducen a sí mismos. ¡Veremos muchos avances en esta área en los próximos años!
- Los relojes inteligentes, cuyas posibilidades son infinitas. Desde leer un correo electrónico a mantener a raya aspectos relacionados con el cuidado de nuestra salud, los smartwatches se convierten en pequeños ordenadores que nos conectan permanentemente con nuestro entorno.
- Viviendas conectadas, que ya permiten configurar desde un dispositivo inalámbrico aspectos como la temperatura de las habitaciones, las luces y la seguridad del hogar.
- El Internet industrial, en el que máquinas inteligentes interactúan entre ellas mediante el intercambio de datos. No solo son más rápidas que la comunicación entre humanos, sino que además son mucho más precisas y estables. Sensores, software y Big Data ya se utilizan para mejorar todo tipo de proyectos industriales.
¿Qué veremos en el futuro? Ciudades inteligentes, gestiones más ágiles, procesos largos que se realizarán en cuestión de segundos… El mañana todavía está por inventar, y en duacode. estamos entusiasmados con la idea de formar parte del cambio.
