¿Alguna vez has sentido que algo no termina de encajar cuando estás trabajando con tu producto digital o diseñando tu servicio? Suele suceder que no logramos identificar ese problema con precisión, una situación más común de lo que crees. Aquí es cuando una auditoría en UX se convierte en tu aliada.
Aunque son muchas más, podemos englobarlo en tres bloques principales:
Mejorar la satisfacción de usuario:
En muchas ocasiones, al estar dentro del proyecto se nos escapan cosas que creemos obvias pero para los usuarios no lo son tanto. Una Auditoría UX sirve para analizar el grado de satisfacción e identificar las áreas de mejora de experiencia de usuario. Esto provocará una retención mayor de usuarios.
Optimización del engagement:
Gracias a la auditoría de UX podrás identificar si existe algún tipo de obstáculo que hace que el engagement con tu producto o servicio no sea óptimo. Resolver estos problemas nos ayudarán también a ahorrar tiempo y recursos a largo plazo.
Detección de oportunidades:
La auditoría sirve para analizar y detectar aquellos puntos en los que nuestro producto o servicio no está teniendo la relevancia necesaria. Esta detección de oportunidades nos servirá para analizar en qué punto se puede hacer una mejora significativa. Se estudiarán desde problemas de navegación, diseño y accesibilidad, contenido relevante, etc.
En definitiva, una auditoría UX es una herramienta valiosa muy potente para realizar una evaluación y mejora en cuanto a la experiencia que ofrecen tus productos a tus usuarios. Estás a un solo clic de mejorar la satisfacción de tus clientes, la retención de usuarios y las tasas de conversión. ¿Hablamos?