Internet de las cosas a vista de pájaro

Software

A día de hoy, ya no pestañeamos ante la idea de que un objeto cotidiano pueda conectarse a internet. Y, si bien es cierto que esta tecnología se encuentra en un estadio todavía incipiente, ya disfrutamos de avances que nos han cambiado la vida y que nos permiten vislumbrar el impacto aún mayor que internet de las cosas va a tener por todo el mundo en un futuro no tan lejano.

Vamos a dedicar este artículo a hacer un repaso breve de la historia del internet de las cosas desde sus comienzos hasta su proyección de futuro, pasando por la actualidad.

Origen del internet de las cosas

El término ‘internet de las cosas’ —traducción de internet of things— se lo debemos a Kevin Ashton, un investigador de la tecnología que utilizó por primera vez esa expresión en 1991 durante una conferencia. El origen del concepto, sin embargo, parece remontarse a dos anécdotas curiosas que tuvieron lugar en Estados Unidos en los ochenta.

En la época de Arpanet, el precursor de Internet, un grupo de alumnos universitarios diseñó una programación para recopilar datos sobre la máquina expendedora de refrescos del campus. ¿El objetivo? Saber si había latas disponibles y, sobre todo, si estaban a la temperatura adecuada como para que mereciera la pena darse el paseo hasta la máquina.

Años más tarde, hacia finales de la década, una apuesta entre dos amigos dio como resultado una tostadora conectada a internet cuyas funciones de encendido y apagado podían manejarse por control remoto.

Ya en el siglo XXI, el término ‘internet de las cosas’ empieza a aparecer en numerosas publicaciones de referencia, incluido un estudio científico de la ONU que vio la luz en 2005. A partir de ese momento, el internet de las cosas —a menudo abreviado como IoT— adquiere una relevancia mucho mayor que nos lleva hasta nuestros días.

Actualidad en el internet de las cosas

Por sorprendente que parezca, a día de hoy existen pocos objetos que no puedan convertirse en dispositivos IoT. Mientras podamos controlarlos por medio de una conexión a internet, se considerará un dispositivo IoT. Esto se aplica tanto a objetos cotidianos -la puerta de un garaje, el termostato de una vivienda- como a aparatos tecnológicos de mayor calibre.

Entre las aplicaciones actuales del internet de las cosas se encuentran, por ejemplo, las transacciones de pago. Impensable hace años, ahora ya no nos lo pensamos dos veces al pagar con el móvil o incluso con el reloj de muñeca.

También podemos destacar los avances que se están consiguiendo en el desarrollo de las ciudades inteligentes o smart cities, diseñadas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes a través de la sostenibilidad y la eficiencia energética.

Otro ámbito importante en el que el IoT ya se está normalizando es la domótica, es decir, la automatización de los electrodomésticos y otros dispositivos electrónicos en una vivienda.

Si quieres saber más acerca de aplicaciones actuales del IoT, consulta nuestro artículo sobre ejemplos de internet de las cosas en la vida cotidiana.

Internet de las cosas a vista de pájaro | Duacode

Futuro de internet de las cosas

Podemos afirmar con toda seguridad que el IoT ha cambiado nuestros hábitos y formas de entender los objetos, internet y las comunicaciones. ¡Y eso que aún queda mucho camino por recorrer! En este punto, cabe preguntarse hacia dónde va a llevarnos esta tecnología, qué aplicaciones tendrá y cómo influirá en nuestras futuras rutinas.

Los expertos apuntan hacia una normalización de las nuevas conexiones. Se diseñarán apps y software que se irán colando poco a poco en el día a día. Por ejemplo, la forma de interactuar con las casas y los vehículos será radicalmente distinta.

Gracias a los avances de internet de las cosas en las ciudades, se reducirá el número de accidentes graves porque la tecnología permitirá hacer predicciones precisas sobre el tráfico, los atascos, etcétera. Los servicios de salud y asistencia a personas con diversidad funcional también será uno de los sectores más beneficiados por la evolución del IoT.

En resumen, con la aparición de nuevos descubrimientos en la tecnología de internet de las cosas, podremos asistir a una nueva forma de utilización de recursos, la optimización de los procesos de producción y, en general, la creación de infraestructuras que mejoren la calidad de vida de los usuarios.

Si el cambio que está por venir te emociona tanto como a nosotros, cuéntanos tu visión y nosotros trabajaremos para hacerla realidad.